John C. Maxwell expone, “La gente siempre busca la compañía de quienes los valoran y se alejan de quienes los desvalorizan.”

John C. Maxwell expone, “La gente siempre busca la compañía de quienes los valoran y se alejan de quienes los desvalorizan.” Un ambiente está condicionado por pensamientos que pueden ser transmitidos sin necesariamente ser expresados en palabras. Un pensamiento se siente, se percibe cuando es de rechazo o bienvenida, sólo en la mirada de una persona. Tus ojos descubren y delatan lo que hay en ti.
Puedes tratar de dar y poner la mejor sonrisa que puedas, tratando de mostrar que estás feliz por el éxito de otro, pero finalmente son tus ojos los que tienen más poder y en tu mirada se puede captar tu envidia y tus celos. El ganador de almas debe entender que la gente, aunque muchas veces es inconversa y está alejada de Dios, también tiene gran sensibilidad y entiende cuando es amada y cuando es rechazada. Sin que tú digas nada, se sabe y se siente si para ti la gente es una carga o una bendición, si la gente verdaderamente te importa o no.
Si las personas perciben en ti indiferencia hacia ellas, aunque tú no les digas nada, ellas, sin decirte nada, se apartarán de ti. Y tú quizás te preguntarás ¿Por qué la gente que gano o quiero ganar para Cristo no me quiere seguir? Por otra parte, cuando una unción de amor y compasión es activada en ti y comienzas a sentir pasión genuina por las almas, es entonces que te vuelves en un imán que atrapa a la gente con una gracia única y especial que yo acostumbro llamar “La unción de la atracción”.
Jesús un portador de un clima atrapador
Los fariseos cargaban un ambiente que repelante, mientras que Jesús era portador de un clima que atrapaba. El fin de Cristo, al pasar tiempo con la gente, era el poder llenar el vacío más grande y profundo que todo hombre carga. Él no sólo era estratégico, sino también alguien que amaba genuinamente y que valoraba a la gente y el momento que pasaban juntos, a tal punto que la gente sentía literalmente el amor de Dios en sus vidas y casas. Él nunca trató de forzar los principios eternos en la gente; Él entendía las limitaciones y los procesos que las personas necesitan pasar y conocer para que la luz aumentara en sus corazones:
•Estuvo toda una tarde en la casa de Zaqueo y este reconoció su pecado y devolvió todo lo que había tomado. (Lucas 19:1-10)
•Le dedicó una noche a Nicodemo; hombre principal entre los judíos y él mismo se convirtió en un fiel seguidor de Jesús. (Juan 3:1-9; 19:39-42)
•Dedicaba tiempo y sé sentaba a comer con gente que estaban lejos de Dios y los marcaba con el amor de Dios. (Mateo 9:10-11; 11:19)•Se sentó en el pozo de Jacob una tarde a conversar con una mujer samaritana y le convenció de su necesidad de Dios. (Juan 4:3-24)
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